Alteraciones Músculo esqueléticas y Obesidad
La correlación entre peso corporal o grasa corporal y alteraciones músculo esqueléticas ha venido
siendo reportada en algunos estudios. Un incremento en el peso corporal determina un trauma prolongado
y adicional para las articulaciones, sobre todo las que soportan la mayor carga, esto puede
ser determinante para acelerar el desarrollo de osteoartritis, una enfermedad articular no inflamatoria,
degenerativa, que se asocia mayormente con la edad avanzada, caracterizada por degeneración y
sobre crecimiento de los cartílagos y proliferación y esclerosis ósea. La asociación entre el incremento
de peso y el riesgo para desarrollar osteoartritis de rodilla es mayor en la mujer que en el varón. por
otra parte, no existe evidencia de que la limitación funcional articular pueda ser factor determinante
en el incremento de peso, a su vez. Una reducción de 2 o más unidades del índice de masa corporal,
sostenido durante un período de 10 años, se asocia con una reducción de más de 50% en el riesgo
de desarrollar osteoartritis de rodilla, una recuperación similar del peso determina nuevamente un
incremento equivalente en el riesgo. La obesidad también ha sido asociada con un riesgo incrementado
de gota. Una correlación significativa ha sido reportada, entre los niveles de ácido úrico y el peso
corporal y es particularmente marcada en el grupo de edades entre 35 a 44 años, declinando esta
correlación en los grupos de mayor edad. El dolor originado por osteoartritis mejora con la pérdida de
peso pero retorna cuando el peso es recuperado.
La obesidad es una enfermedad crónico-degenerativa, con
características particulares, desde el punto de vista fisiopatológico
y con asociaciones mórbidas directas e indirectas
evidentes. A partir de un índice de masa corporal igual o mayor a 20
kg/m2
, las posibilidades de encontrar alteraciones en las
condiciones de salud, se incrementan, de manera directamente
proporcional al incremento del mencionado índice.1
Alta morbilidad en asociación con sobrepeso y obesidad
ha sido observada para hipertensión, diabetes mellitus tipo 2, enfermedad coronaria, enfermedad vascular
cerebral, enfermedad vesicular, alteraciones musculo esqueléticas,
apnea del sueño y algunos tipos de cáncer
(endometrio, mama, próstata y colon). La obesidad también
se asocia con complicaciones del embarazo, irregularidad
menstrual, hirsutismo y trastornos psicológicos.1
La naturaleza de los riesgos obesidad-relativos es similar
en todas la poblaciones, aunque el grado específico
de riesgo asociado con niveles determinados de obesidad
puede tener variaciones relativas a la raza, etnia,
edad, género y condiciones sociales.2
Recientemente, los grupos de expertos en el campo
de la obesidad, han encontrado interesantes relaciones,
tanto del padecimiento como de las consecuencias del
mismo, en lo que se refiere a la calidad de vida.
Se han venido desarrollando instrumentos de autoevaluación,
específicamente orientados a la valoración del
efecto de la obesidad en la calidad de vida y que son
capaces de establecer el deterioro general producido, en
este sentido, con resultados que pueden ser procesados
estadísticamente. De los 5 puntos básicos que integran la escala de evaluación
denominada IWQOL-LITE, las alteraciones que la obesidad
produce en el sistema musculoesquelético, impactan, al
menos 4 de ellas (funcionamiento físico, autoestima, capacidad
de adaptación social y aptitud laboral).
DETERMINANTES METABÓLICOS Y
GENÉTICOS DE LAS ALTERACIONES
MUSCULOESQUELÉTICAS
Un aspecto especialmente importante para comprender
las alteraciones musculo esqueléticas es el conocimiento
del equilibrio virtual que, originado genéticamente,
se establece entre los determinantes de los
depósitos grasos y los de los contenidos musculares a
este nivel. En este sentido encontramos a los Factores reguladores musculoespecíficos
(Miogenina, MyoD, MrF4 y MyF5):
Son factores de transcripción miocitoespecífica y responsables,
parcialmente, de reducir el contenido muscular.6
Independientemente de las condicionantes genéticas
y sus efectos moleculares, otras alteraciones metabólicas
han sido encontradas a nivel del sistema musculo esquelético
de los sujetos portadores de obesidad, particularmente
en lo que se refiere a la reducción de la oxidación
de los ácidos grasos:
- Aumento en el contenido de proteína fijadora de ácidos grasos (FABPc), directamente proporcional al nivel de obesidad.
- Aumento en el contenido muscular de anhidrasa carbónica tipo III, también proporcional a la obesidad.
- Aumento en el contenido de proteína desacoplante tipo 2 (UcP2), proporcional al contenido graso.
- Disminución de la actividad de la carnitina palmitoil transferasa.
CONSECUENCIAS CLÍNICAS DE LA OBESIDAD
Osteoartritis
En términos generales, la osteoartritis se presenta a
partir de 2 mecanismos:
- Las propiedades biológicas del cartílago articular y del hueso subcondral son normales, pero el exceso de carga sobre la articulación determina la falla tisular, y
- El peso sobre la articulación es razonable, pero las propiedades biológicas del cartílago y el hueso son deficientes.
La capacidad de autorreparación del cartílago,
finalmente disminuye, de manera progresiva.
En cuanto al hueso, las características fundamentales
son la remodelación e hipertrofia ósea, con esclerosis y
desarrollo de crecimientos marginales (osteofitos). Los pacientes afectados por sobrepeso u obesidad
presentan un riesgo incrementado para el desarrollo de
osteoartritis, el cual, además, es mayor en la mujer que
en el varón.
Obesidad y Osteoporosis
La osteoporosis es una enfermedad ósea con una prevalencia
que se encuentra en incremento progresivo, especialmente
en países desarrollados, pero que no parece
tener condiciones de limitación económica y que se encuentra
de manera común, también en países en vías de
desarrollo.
La enfermedad resulta de una reducción en la
masa ósea que determina incremento en el riesgo de fractura,
aun con trauma mínimo. Las complicaciones más comunes son: fracturas por compresión
de cuerpos vertebrales, del tercio distal del radio
y fracturas de las costillas, tercio proximal del fémur y
húmero. La reducción edad-relativa de la masa ósea, junto
con el incremento de las caídas, determina el aumento
de la incidencia de fracturas en personas de edad avanzada.
Más del 70% de las fracturas en personas de edad
avanzada son atribuibles a la osteoporosis. Las mujeres son más susceptibles a este tipo de lesiones
que los hombres, por la acelerada pérdida de masa
ósea que sufren a partir de la menopausia. Aproximadamente,
el 75% de la pérdida ósea que ocurre en mujeres
posmenopáusicas es atribuible a la deficiencia estrogénica. La obesidad ha sido descrita como un factor de protección
contra la osteoporosis, porque se asocia con estrogenemia
incrementada y valores de masa ósea mayores,
cuando se comparan con mujeres sin obesidad.
CONCLUSIONES
Aceptando el potencial efecto protector de la obesidad
contra la osteoporosis en mujeres postmenopáusicas, las
alteraciones que el exceso de peso produce a nivel
musculo esquelético justifican ampliamente la recomendación
de que se evite la obesidad, en cualquier etapa de
la vida, para disminuir el riesgo de enfermedad ósea y
articular y mejorar la calidad de vida.
Resumen Propio.
Fuente: http://www.medigraphic.com/pdfs/endoc/er-2001/er012h.pdf
Alteraciones musculoesqueléticas y obesidad
Sergio Arturo Godínez Gutiérrez
Revista de Endocrinología y Nutrición Vol. 9, No. 2
Abril-Junio 2001
COS
pp 86-90
Sergio Arturo Godínez Gutiérrez
Revista de Endocrinología y Nutrición Vol. 9, No. 2
Abril-Junio 2001
COS
pp 86-90
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